viernes, 24 de febrero de 2012

Aprende a nadar.





Algunas personas dicen que el fin está cerca. Algunas personas dicen que pronto veremos el Armagedón o el Apocalipsis. Sobre todo lo dicen aquellas personas que son religiosas. Y aunque yo no soy religioso ni creo en Dios, ciertamente espero que así sea pues seguro podré aprovechar y tomarme unas vacaciones de toda esta mierda, de este circo de idiotas que me rodea y en el que vivo, de este jodido agujero incurable que llamamos Lima, de esta ciudad siempre malograda y nunca ideal que alberga las vanas esperanzas de quienes todavía creen, de quienes piensan que pueden hacer algo por ella, de quienes no se dan cuenta que la única forma de arreglarla es tirándola completamente por la borda en cualquier puto momento y en cualquiera de estos días de mierda. Así que, señores, si lo que dicen aquellos chiflados creyentes de fantasías -a los que llamamos religiosos- sobre el destino de este mundo resulta ser cierto, será mejor que aprendan a nadar lo más pronto posible; háganlo y ya nos estaremos viendo en el sur, en las playas de "Eisha", para correr una olas cuando el mar se nos venga encima.

Claro que todo eso es sólo una tonta y vana esperanza sin fundamento de mi parte, porque, ¿qué demonios pueden decir los religiosos que valga la pena escuchar y creer? Esas estupideces del Armagedón y el Apocalipsis sólo puede salir de las mentes y de las bocas de unos tremendos chiflados que creen que Dios existe porque la Biblia dice que existe y que creen en lo que dice la Biblia porque Dios la escribió. Están locos, no les hagan caso. Mejor sigan preocupándose por su figura, por ir al gimnasio y por someterse a dietas de hambruna para eliminar la grasa de sus panzas. Sigan preocupándose por ir a tomar un café en Starbucks con los amigos o a solas, leyendo las revistas o los periódicos de los estantes en el mejor de los casos o chateando con sus amigos en el peor. Mejor sigan preocupados por el tipo de corte o peluca que les harán esta tarde en el salón de belleza. Por la denuncia o la demanda en la que están metidos, esa que les dará plata, esa que les dará "poder" sobre la vida de otros. Sí. Mejor sigan preocupados por sus medicamentos, por sus pastillas para dormir, por sus energizantes para no dormir, por sus pepitas para divertirse o simplemente por sus drogas para morir. Preocúpense por no faltar a la cita con su psicólogo o con su psiquiatra, recuerden que no pueden andar mucho tiempo en piloto automático. Inquiétense por aquel contrato que todavía está en veremos y del que depende la ganancia que vayan a tener esta vez. Sigan pensando en el carro que se han comprado o en el que piensan comprar, en esa maquina de la que depende su autoestima y de la que depende su lugar en esta mierda de circo de idiotas que nos rodea y en la que vivimos, de este jodido agujero incurable que llamamos Lima.

Olvídense de los que dicen que un cometa caerá desde el cielo, uno similar al que cayó hace miles de años y acabó con los dinosaurios. Ríanse cuando dicen que caerá seguido de lluvias de meteoros achicharrantes y que generará oleajes salvajes que tomarán por sorpresa a aquellos que no sepan nadar o que nunca hayan practicado surf. O, mejor, den un tremendo bostezo cuando les digan que todo eso generará un caos terrible entre las personas, que ya de nada servirán las leyes porque no podrán encajar ni donde y que todos comenzaremos a alegar idioteces basadas en pura mierda... tal como ya lo hacen hoy en día -¡qué casualidad- los religiosos con todas las tonterías que sueltan en ese rollo del Armagedón y al Apocalipsis (que, reitero, personalmente espero sea cierto para poder tomarme unas vacaciones de toda esta mierda).

Pero en este punto del post, honestamente, ya me perdí. Ya no sé qué alegar, si el hecho de que quiero mantener viva la esperanza necia que tengo en que todo lo que dicen los religiosos sea cierta, o si seguir alentándoles a ustedes a que no crean en nada de lo que digan aquellos desequilibrados. Como siempre, mis ideas se han mezclado bestialmente y han creado una mazamorra espesa y a punto de endurecerse.

Así que mejor me dejaré de cosas e intentaré decirles algo racional. Y es que ante toda esta avalancha de puras promesas falsas que juegan con las emociones y sentimientos de quienes esperamos que realmente algo arregle esta ridiculez denominada "humanidad", ante este alud de suposiciones infundadas que, obviamente, no tendrá un final feliz para quienes los proclaman; así mismo, ante todo ese adefesio que es la vida de aquellos que se la pasan anhelando y haciendo cosas que no importan, que simplemente existen para perseguir propósitos vacíos y absurdos, sin esencia, sin sustancia y sin contenido; ante todo esto y para todos ellos les tengo una propuesta, una sugerencia que les ayudará a estar ocupados y no pasársela diciendo y buscando huevadas:

¡APRENDAN A NADAR!

En serio. No sólo con el propósito de poder tener una chance cuando el mar se les venga encima el día del "Armagedón" o con el objetivo de parecer cool en su ropa de baño, sino con la finalidad de hacer algo bueno con sus vidas, algo que realmente importe. Hay muchas otras cosas que podrán hacer, por supuesto, pero el descubrirlas ya queda de tarea para cada uno. Háganlo lo que les digo: aprendan a nadar y manden a la mierda todo lo que no importa. Manden a la mierda los políticos que creen que les pueden decir qué hacer o qué no hacer, manden a la mierda a todos esos chibolitos armados que juegan a ser bandidos y pandilleros, manden a la mierda las modas retro, o futurista, o lo que sea, manden a la mierda aquel tatuaje que pensaban hacerse, manden a la mierda las drogas que sólo los convierte en imbéciles que roban a sus madres, manden a la mierda todo lo que les quita la capacidad de retener y de pensar. Aprendan a nadar. Manden a la mierda esas ansias por ser lindos y buenos mozos, por tener una sonrisa perfecta y un cabello dorado y cuidado, manden a la mierda lo farandulero, a todos esos personajes que se creen dioses y que   se pasan la vida alucinando que son los habitantes del parnasos y que no son más que cabezahuecas. Aprende a nadar. Nada. Manda todo al demonio, tira abajo tu mundo. Si rezas, reza por más lluvia, por más olas, por más temblores, por más emociones, por más sustos, por más conflictos. Reza por sentirte vivo... y, por favor, antes de pensar cualquier cosa de todo lo aquí escrito, lee entre líneas primero.

[Monólogo inspirado por la canción Ænima de la banda de rock progresivo Tool,
la que -a su vez- está inspirada en un monólogo de Bill Hicks].