jueves, 20 de septiembre de 2007

Respetemos a nuestros legisladores, por favor.


Por Fred Borbor

Mal hacen las personas incultas y faltas de sentido común, al criticar de manera tan perversa y egoísta el proyecto de ley que prácticamente despenaliza las relaciones sexuales de mayores de edad con menores de edad que han superado la barrera de las catorce primaveras.
¿No se dan cuenta estos insensibles que no solo de vida sexual sana y salud mental óptima vive el hombre? ¿Que también existen aquellos que no se conforman con lo saludablemente recomendado? ¿Que pululan por las calles verdaderos revolucionarios en búsqueda de nuevos horizontes hedónicos y variedad placentera?
Afortunadamente existen en nuestro honorable edificio legislativo, hombres y mujeres adelantados a su época, visionarios sociales que, con su actuar, nos lanzan hacia la vanguardia jurídica y salvan de los designios mezquinos de la masa ignorante, a ese puñado de seres invalorables que tanto bien causan a nuestro tiempo.
Atacar tan loable intento, argumentando que los niños mayores de catorce años, no están listos ni física ni mentalmente para consentir, practicar y afrontar una relación sexual con alguien mayor, es una muestra de total desconocimiento de la psique humana infantil y adolescente. ¡Señores!, ustedes no saben como esta la juventud hoy en día, la total proliferación de los medios de comunicación y adelantos tecnológicos, hacen que un niño de doce años sepa a esa edad, mucho más de lo que su padre sabía cuando cruzaba esa etapa cronológica; por lo tanto, ya se podrán imaginar que dos años después estará en condiciones plenas de decidir si quiere o no que alguien mayor explore su desnudez, su sexo y su sentir intimo. Tratar de negar eso, ¡Por favor!
No seamos un país de desconfiados. Entendamos que nuestros legisladores solo hacen su trabajo y lo hacen bien. Por algo tienen asesores de primera cuyo conocimiento y preparación son garantía de una legislación clara y sana. ¿Acaso creeremos que el legislador, autor de tan sesuda propuesta, esconde a un pedófilo, desequilibrado psicológico o violador en potencia dentro de su ser? ¡No! Por eso es que el Perú no sale a delante pues, porque hay gente desconfiada, porque hay gente ignorante e intolerante que no se atreve a dar el paso decisivo para el gran cambio. ¡He dicho!